Este es el informe sobre agresiones contra periodistas y comunicadores/as en Guatemala de la Red Rompe el Miedo Guatemala de los 6 meses primeros del 2024
La Red Rompe el Miedo Guatemala, una alianza de organizaciones locales e internacionales, ha publicado los resultados de su monitoreo de agresiones contra periodistas, comunicadoras y comunicadores comunitarios durante el primer semestre de 2024. El informe, basado en el Sistema de Alertas Tempranas (SAT), refleja un entorno hostil y peligroso para el ejercicio del periodismo en Guatemala.
A lo largo de este periodo, la Red documentó múltiples formas de violencia, siendo los principales agresores agentes del Estado, como funcionarios públicos y la Policía Nacional Civil (PNC).
Estos actores, en lugar de cumplir con su responsabilidad de proteger a la prensa, han sido señalados como los principales perpetradores de ataques, que incluyen intimidación, amenazas, acoso judicial y restricciones a la cobertura informativa.
Uno de los datos más preocupantes es que la mayoría de los casos no son denunciados, debido a la desconfianza en el sistema de justicia y el temor a represalias. La falta de investigación de estos casos por parte del Ministerio Público envía un mensaje de impunidad, lo que perpetúa la violencia contra la prensa.
El informe también resalta el impacto diferenciado de las agresiones contra mujeres periodistas, particularmente aquellas que pertenecen a comunidades indígenas. En departamentos como Alta Verapaz, Petén y Quetzaltenango, las periodistas mayas enfrentan no solo violencia por su labor, sino también agresiones con componentes de género.
A pesar del cambio de gobierno y las promesas de mejorar las condiciones para el ejercicio del periodismo en el país, la violencia contra la prensa sigue siendo una constante. La Red Rompe el Miedo hace un llamado urgente a las autoridades para que cumplan con su obligación de proteger la libertad de expresión y el derecho a la información.
Este informe es un recordatorio de que el periodismo es fundamental para la democracia y que la sociedad necesita garantizar la seguridad de quienes arriesgan sus vidas para informar.
Vea el informe aquí: